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"No sé lo que acabo de ver, pero sé que no tengo ganas de volver a verlo nunca"

  • writingrabbits
  • 1 ago 2020
  • 2 Min. de lectura

Climax, letras amarillas y fondo blanco. No sé si ha salido algo más, no sé si había una escena post créditos, no lo sé. Llevaba veinte minutos de filme esperando para poder saltar del sofá e ir a lavarme la cara, los mismos veinte minutos que llevaba con ganas de vomitar, aún las tengo. No sé lo que acabo de ver, pero sé que no tengo ganas de volver a verlo nunca. Hace unos meses vi Saló 120 días de Sodoma, supuestamente una de las películas más duras de la historia, claro, aún no existía Climax.


Estoy escribiendo esto justo después de haber visto la película, no he leído nada, no sé quién es el director/a, si se basa en una novela, en un cuento de hadas o en lo que sea, y la verdad es que no me importa. Esta no es una obra cualquiera, sus imágenes se quedarán grabadas en tu mente, como mínimo, unas semanas. ¿En qué momento es buena idea dejar a tu hijo en un cuarto de contadores? Perdón, aún no estoy bien del todo, pero a propósito ¿puedes girar el puto plano? me estoy mareando.



Fuente: #IMBD


Te marea, de ahí mis náuseas. La unión de los planos secuencia que hacen el pino puente y los planos cenitales de más de tres minutos hace que tu cuerpo se traslade a los sitios más vertiginosos que puedas imaginar. ¿Sabes esos días en los que llegas a las 8 de la mañana a casa y ves como todos tus muebles, cuadros y ventanas empiezan a danzar? Pues igual.

¿Por qué transmite tanto este filme? Dejando de banda sus impactantes imágenes, la historia que cuenta llega a parecer real. No te sorprende ver a dos chicos hablando de como follarse a una chica en contra de su voluntad, incluso es algo que puedes haber escuchado en la vida real. No te sorprende ver a diferentes drogadictos peleándose por unos gramos de coca, a un hermano sobre controlando a su hermana, a un puñado de jóvenes alentando a otro para que se suicide, etc. Esa falta de ficción, a mí, me ha aterrado. Si a estos diálogos le añades una grabación parecida a la que podrías hacer tú con tu móvil durante una “noche loca” con tus amigos y a gente desconocida en ella, tienes el cóctel perfecto de realidad.



Fuente: #IMBD


Me ha recordado a Crudo, puede que sea por su trama surrealista y macabra o por el acento francés. No voy a poder escuchar este idioma en mucho tiempo. No logro encontrar el hilo que une a estos dos largometrajes, lo que tengo claro es en que los distingo. Crudo no me dejo este mal cuerpo a pesar de su gran narrativa. No digo que Climax sea mala, pero en estos momentos necesitaba desahogarme, necesitaba vomitar lo que esta ha generado en mi interior. ¿Era esta la intención del director? Sería la respuesta más sencilla supongo.

Sin embargo, cabe admirar a una película que genera tales sensaciones en su espectador, que tiene esta capacidad para romper las barreras entre espectador y obra. A mí, por ejemplo, me ha obligado a escribir.


Pau Sauri Soriano, Writing Rabbits


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