Tenet, la película destinada a salvar las salas de cine ante la situación del Coronavirus, se estrenó en España el pasado 26 de agosto. Según el periódico ya habría recaudado 53 millones de euros desde el pasado miércoles, más de la mitad de lo que consiguió Interstellar en su debut internacional en 2014 (82,9 millones). Es cierto que la situación que presentamos le dio al filme un plus, la cargaba de responsabilidad extra, sin embargo, no podemos olvidar que estamos hablando de un largometraje dirigido y escrito por el creador de Dunkirk, Inception y Interstellar, entre otros. Además, a estos factores le tenemos que añadir la presentación de un tráiler muy atractivo y, también, la difusión de historias suculentas relacionadas con el proyecto que afirmaban que actores de la talla de Robert Pattinson habían revisado el guion de Nolan en una sala aislada de Warner. En mi mente era como una de esas escenas de acción donde interrogan a un sujeto en una cámara rodeada de espejos falsos mientras el villano lo analiza. Las expectativas, con o sin coronavirus, ya eran altísimas.
¿Te ha gustado la película? Al reflexionar sobre mi posible respuesta a esta pregunta me di cuenta de que no, no me ha gustado Tenet. Tenía miedo de decirlo o incluso de pensarlo, había estado tanto tiempo esperando para volver al cine y disfrutar de lo que más me gusta, que no podía permitírmelo. No obstante, cuando algo no te emociona, no te sorprende, lo sabes desde el minuto uno. El nuevo filme de Cristopher Nolan me ha dejado frío. Entre mis películas favoritas del director se encuentran Origen, Dunkirk o Interstellar, supongo que esperaba algo por el estilo.
También influye, y mucho, el tipo de cine que te cautive como espectador. Tenet, dejando de lado los conceptos físicos sobre objetos invertidos, es una película de espionaje clásica con una estructura muy reconocida. A la gente que le gusten los largometrajes de acción frenéticos con grandes explosiones y despliegue de recursos y, encima, ame a Nolan y sus locuras, esta es su película. Aunque, como habéis podido comprobar, este no es mi caso. Desgraciadamente estuve hasta la mitad del filme esperando un giro de guion que me emocionara, esperaba algo que no acabó de llegar. Cuando asumí que la cinta iba sobre eso, la disfruté mucho más.
Dejando de lado lo emocional, lo que nos dice el corazón ¿es Tenet una buena película? Desde mi punto de vista sí. Mi problema fue ir con las expectativas altas y la cabeza en otro tipo de filme, pero eso no quiere decir, ni mucho menos, que crea que el producto de Nolan y su equipo sea malo. De hecho coincido bastante con las palabras del crítico de cine español Alejandro G.Calvo: “Todo y ser una película de espías clásica, Nolan introduce unos conceptos dentro de la trama que van a acabar siendo renovadores”. Del mismo modo, las imágenes que nos ofrece el filme son únicas e impactantes, sobre todo las grandes escenas de acción donde algunos personajes viajan en el tiempo de modo lineal y otros de modo invertido.
Como me pasó con Interstellar y la trama relacionada con Matt Damon, en Tenet, la relación entre el protagonista, John David Washington, y Kat, Elizabeth Debicki, me ha hecho cuestionarme muchas cosas. No la compro como relación amorosa, no existe una tensión palpable entre los dos personajes, podría ser amistosa, de acuerdo. Pero ¿cómo puede un agente especial destinado a salvar el mundo encapricharse de una mujer que ha visto un par de veces y ponerlo todo en peligro? Para mí es una excusa poco creíble, muy forzada. El problema reside, sin embargo, en la relevancia que tiene su historia en la trama general, de hecho, podría confundirse con la principal.
Podríamos resumir todo lo que he expuesto diciendo que: Tenet de Cristopher Nolan es un filme de acción trepidante con conceptos nuevos y muy interesantes que, para mí, no acaban de funcionar en su conjunto como para escapar de las películas de espías convencionales.
Pau Sauri Soriano, Writing Rabbits
Fuente: #IMBD