Antes de estrenarse la última película de Greta Gerwig Little Women, basada en la conocida novela de Louisa May Alcott, ya existían cinco adaptaciones cinematográficas anteriores, sin tener en cuenta las miniseries u otros tipos de formato audiovisual. Entonces ¿Por qué volver a versionar algo tan recurrente a lo largo de la historia del cine? Muy simple, Gerwig quería aportar su granito de arena. La artista ha sido capaz de llevarse la historia a su terreno y hacer de un relato “conocido” algo nuevo, original y emotivo.
Fuente: IMBD.
Little Women ¿Otra vez?
Dejando de lado todos los motivos económicos que puedan haber influido en la realización de un proyecto como este, debemos entender por qué hablamos de una versión totalmente diferente a las otras. En una entrevista para Hollywood Reporter Gerwig afirmó que esta era una historia que concebía como propia: “Las aventuras y los personajes del libro se convirtieron en parte de mi paisaje interior. Eran como memorias para mí”. Entiendo ese sentimiento, es algo que puedes llegar a experimentar con determinados contenidos; un libro, una película, una obra plástica, etc. Creo que sus obras emanan este tipo de sensaciones y, incluso, las pueden generar en otras personas. No me cansaré nunca de repetir que Greta, del mismo modo que Louisa May Alcott hizo en su novela, se abre ante el espectador y deja que pase lo que tenga que pasar, crea des de su verdad (como muchos otros artistas).
Fuente: Hollywood Reporter. De izquierda a derecha: Noah Baumbach, Gret Gerwig, Fernando Meirelles, Martin Scorsese, Lulu Wuang y Tood Phillips.
Esto no es algo que yo me haya inventado, ya que ella ha llegado a afirmar en diferentes medios que enfoca todas sus obras, aunque sean adaptaciones, de un mismo modo, como creaciones propias. Eso no quiere decir que desprecie a su referente, ni mucho menos, pero le añade tanto a la historia y a la manera de contarla que su nombre se deja ver en cada secuencia del largometraje.
Una muy buena amiga mía me dijo sobre la película: “bien, sin más, es buena pero la historia es la que es”. Ante esta opinión me vino a la mente un nombre: Kenneth Branagh; me explico. A mí me gusta su cine, bastante, pero no es arriesgado. Te cuenta una historia, famosa y conocida, acompañada de grandes actuaciones, diálogos y decorados, pero allí acaba la cosa, no va más allá. Podríamos decir que es un artesano de la profesión, sus productos son de un acabado perfecto e indudable ¿es eso malo? No lo creo. Este concepto también nació de una conversación con otra gran amiga mía. ¿Pasa lo mismo con la película de Gerwig? A simple vista podría parecerlo, sin embargo, no es una opinión que yo defienda.
La Narrativa, uno de los grandes puntos fuertes
Hace unos años un tal Tarantino dejo al mundo encandilado al presentar una película “desmontada” cronológicamente hablando, Pulp Fiction. No pretendo comparar Little Women con, posiblemente, el filme más famoso de Tarantino; no se puede. Sin embargo, es cierto que ambas películas destacan por el tipo de narrativa que emplean. Cosas mías. En el caso de Gerwig, esta se ve obligada a buscar diferentes técnicas para poder crear una buena versión cinematográfica de la novela conocida mundialmente, y no una simple entrega más para la colección.
Teniendo en mente lo hablado en el apartado anterior, entenderemos el porqué de esta decisión. La directora, apoyada en considerables conocimientos sobre el material que debía manipular, decidió contar la famosa historia de las cuatro hermanas a través de flashbacks correspondientes a Jo, la protagonista, la cual “encarna” a la escritora. Es sabido que Louisa May Alcott basó gran parte de la novela en su propia vida, estrategia que Gerwig parece seguir al realizar sus diferentes películas.
Tampoco es tan revolucionario explicar una historia a través de flashbacks ¿verdad? Seguramente no, pero en este caso la ejecución es perfecta, según mi opinión. En el filme vamos saltando entre la vida adulta de Jo y diferentes momentos de su infancia desordenados, es decir, a veces aparecen algunos anteriores o posteriores a los que se nos mostrarán en un futuro. Lo admirable es que el espectador no se pierde en ningún momento gracias a la harmonía y ritmo de la narrativa. A veces no sabes en qué momento se está narrando la ficción o, por el contrario, la vida de la escritora.
Hay una escena que nos muestra la fuerza de esta técnica en todo su esplendor, la muerte de Beth. De hecho, la vemos dos veces, durante unos treinta minutos de largometraje la directora nos prepara para uno de los grandes mazazos emocionales del relato. Repite la misma escena en dos puntos diferentes en el tiempo avisando al espectador de lo que va a ocurrir.
Otro de los grandes motivos por los que Greta decidió marcar tanto la diferencia entre la edad adulta y la infancia es porqué es “su tema”. Como hemos visto en muchas de las películas en las que ha participado o dirigido, el tema principal siempre gira alrededor de un concepto muy marcado: la evolución personal del individuo. Ella misma explica que “cuando eres pequeño no hay límites, tienes tiempo para hacer lo que quieres, en cambio cuando te encuentras en la vida adulta la historia ya no es la misma”. Ese podría ser uno de los argumentos principales de la película. Cuando las hermanas son pequeñas todas tienen grandes sueños; ser actriz, escritora, música, pintora, y nadie les puede decir nada. Sin embargo, al otro lado del flashback, en la vida adulta, vemos a dos de las hermanas casadas, la otra enferma y Jo, nuestra protagonista, renunciando a su vida en Nueva York para poder cuidar de su familia. Esta separación se verá reforzada con el uso de la imagen y la banda sonora, tal y como explicaremos más adelante.
Volvemos a Tarantino. Este es un director y escritor conocido, en parte, por cobrarse pequeñas revanchas históricas en algunas de sus películas. En Once upon a time in Hollywood vemos a los asesinos de Sharon Tate recibir una paliza monumental, o, también, en Inglorious bastards los nazis reciben un supuesto “merecido” por las atrocidades que realizaron, o así lo ven algunos espectadores. Nuestra amiga de Sacramento hace algo parecido. En el libro, y en la película, Jo se presenta como una mujer fuera de lo convencional que escapa de las normas sociales prestablecidas de esa época como la idea de contraer matrimonio. Sin embargo, como técnica de marketing, Alcott se vio forzada a acabar su deliciosa historia de las cuatro hermanas con el emparejamiento de su protagonista, aunque era algo que a ella no le entusiasmaba. Es cierto que no la casó con Laurie, seguramente el deseo de muchos lectores, pero la casó. Ante este hecho Greta vuelve a lo personal “yo sé lo que es tratar de vender una historia y verte obligada a hacer cambios…”, es aquí donde le rinde el tributo más importante a la escritora. Justo al final de la película Gerwig nos dice: Este es el final de la novela, pero no el final que Alcott quería ¿Cómo lo hace? A través de una escena entre el editor del libro de Little Women y Jo. En esta la joven escritora se ve “obligada” a cambiar el final de su obra por uno más comercial, como apuntábamos anteriormente, ante este hecho, sin embargo, se nos muestra un final “alternativo” donde vemos las barreras entre la ficción y la realidad, vemos como el matrimonio de Jo fue algo que nunca sucedió en la mente de Alcott, fue un daño colateral, una pequeña mancha en un gran mantel blanco y puro. De este modo, después de tantos años, se le permite a Alcott terminar su obra tal y como ella deseaba. Es muy complejo explicarlo con palabras, solo lo entenderéis al ver el filme.
Fuente: IMBD. Jo hablando con el editor sobre el final de l obra.
Hay otra escena en que todas las hermanas entran en la sala de estudio de Laurie en busca de Amy, la explicación y dirección de esta me pareció brillante. Es mejor que lo veáis:
Funte: Vanity Fair.
La atmosfera
Hemos hablado de la narrativa, un punto clave en la grandeza del filme, aunque es cierto que es un aspecto que ante determinados ojos o espectadores podría llegar a pasar desapercibido, es decir, es algo en lo que tienes que fijarte expresamente. Sin embargo, la atmosfera de una película debe impregnarnos de forma inconsciente e, incluso, si no acaba de funcionar podríamos acabar saliendo de la historia. De eso hablaremos, de la magnífica atmosfera que se crea en Little Women. Para hacerlo nos fijaremos en: Imagen, vestuario y ambientación, banda sonora, reparto.
Imagen
En relación con este aspecto hay dos puntos clave a destacar, los filtros usados en el largometraje y la técnica de grabación usada.
Como explicábamos antes, Gerwig marca a consciencia la diferencia entre la vida adulta y la infancia de las cuatro hermanas a lo largo de toda la historia, también lo hace a través de la imagen. Para cada etapa usa dos tipos de filtros muy distintos: Uno, el de la infancia, lleno de colores calientes y vivos con la intención de expresar esa alegría e inocencia de los personajes; el otro, relacionado con la vida adulta, dotado con colores más fríos y apagados que expresan totalmente lo contrario. No obstante, en un momento concreto de la vida adulta en el que volveremos a ver el filtro cálido, el final de la película.
Fuente: IMBD. En esta fotografía podemos apreciar el juego de filtros.
Sobre la técnica de grabación usada lo más interesante es la anécdota que escondo. Gerwig cuenta en una entrevista como Steven Spielberg, quién se encontraba rodando Lincoln en ese mismo momento, le aconsejo sobre diferentes aspectos técnicos; como rodar las escenas de interior, como iluminar con velas, etc. Aunque, lo más importante que le dijo fue que no podía grabar una película ambientada en 1800 en digital, debía ser en celuloide. En esa misma entrevista La directora contaba entre risas que el famoso cineasta le hizo, literalmente, oler una cámara. No sé hasta que punto le ayudaron este tipo de consejos, pero la imagen del largometraje es preciosa. Las escenas donde se nos muestran bailes de salón, ceremonias, teatros, etc. confirman el buen tratamiento de la iluminación en el filme.
Vestuario y ambientación
Como no destacar el vestuario que ganó el Oscar a “mejor vestuario” del año pasado. Tanto la vestimenta como la ambientación son muy importantes en la creación de una atmosfera verídica, es decir, cuando haces una historia ambientada en una época que no sea el presente debes documentarte y ser lo más puntilloso posible, si no, puedes cometer errores que le quiten valor a tu pieza.
Dejando de banda si son adecuados o no los vestuarios, lo más interesante es la personalización y evolución de estos. Cada personaje tiene detalles personalizados, por ejemplo, cada una de las hermanas tenía un color predominante, un estilo, una prenda que casi siempre se repite, etc. También es destacable que Marnee, la madre de las cuatro jóvenes, lleva integrado en su ropa al menos un elemento representativo da cada hija. Hasta ese punto Jacqeline Durran, la diseñadora, cuido el detalle de los atuendos en Little Women, el premio es merecido.
Fuente: IMBD. Jacqueline Durran con el Oscar a mejor vestuario 2020.
Banda Sonora
Greta Gerwig no se esconde al afirmar que le gusta mucho la parte musical de sus películas y tener la oportunidad de participar en ella. En este caso, teóricamente, sus directrices para Alezander Desplat, el compositor, fueron que quería una obra entre Mozart y David Bowie. No sé lo suficiente como para juzgar si Desplat consiguió captar la idea de Greta, lo que sí que sé es que me fascina. Hay veces que la banda sonora es superior a la película o viceversa, en este caso se complementan a la perfección, cada pieza expresa claramente lo que ves en la pantalla. Podríamos decir que son muy emocionales. No podemos olvidar que hablamos de un artista con méritos más que suficientes en el sector. Ha participado en largometrajes como: The Budapest hotel, The fantastic Mr.Fox, King’s speech, The shape of wáter, Queen, etc. Con los que ganó el Oscar y distintos premios en determinadas ocasiones, el éxito estaba asegurado.
El reparto
¿Sería lo mismo esta película con un mal reparto? No ¿Sería una mala película? Tampoco. Los intérpretes tienen un papel clave en la presentación del mensaje principal de la película al espectador, literalmente son los encargados de encarnar los diálogos escritos por los guionistas. Yo, del mismo modo que Branagh, no seré arriesgado al afirmar que Saoirse Ronan, actriz feitche de Gerwig, está maravillosa en su papel como Jo (con el que fue nominada al Oscar a mejor actriz). Sin embargo, Ronan ya hace años que demuestra su talento en el mundo de Hollywood. A su lado la acompañaron, con personajes protagonistas, Emma Watson, Florence Pugh, Eliza Scanlen, Laura Dearn, Thimotée Chalamet y, como mención especial, Meryl Streep. Tengo sentimientos encontrados sobre estos personajes, creo que hubieran causado en mí las mismas sensaciones si los hubieran interpretado otros actores o actrices, es decir, no destacaría la interpretación de ninguno en especial. Se dijo, por ejemplo, que Emma Watson fue el recambio de Emma Stone, pues no me hubiera disgustado el cambio ni tampoco lo hubiera preferido. Es cierto que Florence Pugh y Thimotée Chalamet sí que hicieron un gran papel.
Fuente: IMBD. De izquierda a derecha: Emma Watson, Saoirse Ronan y Florence Pugh.
En relación con los personajes secundarios me gustaría destacar a Mr. Laurence, interpretado por Chris Cooper, y la subtrama que protagoniza con Beth, Eliza Scanlen. Es uno de los puntos más emotivos del filme, la segunda oportunidad que le brinda la vida a Laurence me emocionó. Sobre todo, la escena en que escucha a Beth tocando el piano des de las escaleras.
En definitiva, Little Women es una película redonda, a pesar de parecer convencional o, incluso, comercial, tiene muchos aspectos técnicos y de contenido admirables. En este comentario he tratado de destacar los primeros, con la intención de mostrar su valor real, pero la realidad es que la película de Gerwig me emocionó y se ha convertido en una de mis películas favoritas.
Pau Sauri Soriano, Writing Rabbits.